El primer gran incendio forestal de la primavera en España, iniciado el jueves en Villanueva de Viver (Castellón), ha obligado ya al desalojo de unas 1.500 personas entre esa provincia y Teruel y ha arrasado más de 4.000 hectáreas tras haber cogido aún más fuerza.
Los esfuerzos por aplacarlo han logrado el sábado, al menos, contenerlo en su flanco aragonés y ser algo más optimistas en lo que el flanco de Castellón se refiere. Si bien durante la noche ha permanecido estable, este domingo afronta una meteorología «muy adversa», ya que se esperan rachas fuertes de viento y temperaturas de entre 25 y 28 grados.
Los trabajos de extinción, en los que participan cientos de efectivos, presentan una «gran complejidad» ante unas «condiciones meteorológicas prácticamente de verano», que, no obstante, han permitido mantener «estabilizado» el perímetro del fuego, que ocupa una superficie de aproximadamente 40 kilómetros.
Por el flanco aragonés las llamas han arrasado la pequeña aldea de La García, en San Agustín, sin que se hayan producido daños personales.
El Centro de Coordinación de Emergencias ha informado de que el nivel de preemergencia por riesgo de incendios forestales para este domingo es extremo (Previfoc 3) en toda la Comunidad Valenciana. El organismo recuerda que siempre que hay nivel 3 está prohibido encender cualquier fuego aunque estuviera autorizado en el Plan Local de Quemas.
La evolución del incendio podría verse influida debido a una meteorología «muy adversa», con entre 25 y 28 grados de temperaturas con rachas de entre 50 y 60 kilómetros por hora, lo que, en palabras de José María Ángel, no es «buena noticia porque en cualquier momento se puede producir una reproducción».
Por tanto, la evolución del incendio estará «muy condicionado» a esa situación del tiempo. La Aemet prevé que el viento va a ir girando a noroeste desde la mañana e intensificándosete, notablemente más seco que la brisa del sur que ha estado soplando el sábado, y una humedad de menos del 30%.